Como hemos visto en infinidad de ocasiones, somos lo que comemos, y aunque no lo tengamos en cuenta muchas veces, cuidar nuestra alimentación nos será de gran ayuda a la hora de evitar futuros daños en el organismo. Uno de los puntos en los que queremos hacer hincapié es en el consumo de sal en la dieta cotidiana. La sal , mejor dicho su abuso, puede acabar generando en una serie de trastornos a largo plazo, ya que se trata un efecto acumulativo que puede generar una serie de problemas futuros que queremos destacar y repasar.
La sal está compuesta por sodio en su gran mayoría, y es una sustancia que se obtiene de origen marino o mineral directamente. La sal se suele añadir a los alimentos cuando queremos que éstos tengan un sabor más acentuado. Por ello muchas personas tienden a abusar de ella en sus alimentos, ya que lo que buscan es un mayor sabor. Este abuso continuado puede ser muy perjudicial para el organismo por varias razones que vamos a repasar. Nunca hay que olvidar que los alimentos por sí mismos tienen sales minerales que le dan su sabor característico, por lo que no es necesario añadirle otras.
Problemas en riñones
En primer lugar vamos a destacar el efecto que el exceso de sodio tiene en los riñones y en todo el sistema renal, y es que por norma general los riñones suelen acumular sodio, pero al haber exceso en el organismo de este mineral la acumulación será mayor. Es como si se tratase de una decantadora en la que los residuos se van acumulando en el fondo creando una especie de capa de residuos. En el caso delos riñones sucede lo mismo con el sodio que contiene la sal, y es que su exceso hace que se acumule en los riñones provocando el mal funcionamiento de los mismos a largo plazo.
De este mal funcionamiento renal se derivarán una serie de problemas que acabarán en otros mayores que afectarán a otras partes del cuerpo. En primer lugar, hay que tener en cuenta que al funcionar mar los riñones, todo el sistema depurativo del organismo tendera a funcionar mal. El organismo tenderá a retener líquidos debido al impedimento que la excesiva acumulación de sodio en los riñones supondrá a la hora de eliminar del organismo el exceso de líquidos. Esta acumulación de líquidos acabará derivando en otra serie de problemas que nos afectarán.
Problemas cardiacos
Para empezar, al aumentar la concentración de líquidos en el organismo, la acumulación de toxinas también será más patente, haciendo que el funcionamiento general del mismo sea mucho peor. La presión arterial aumentará ya que al aumentar los líquidos en el cuerpo, la sangre tenderá a bombearse más fuerte ya que también aumentará el volumen de la misma, es decir, la sangre se engrosará y con ello pueden aparecer problemas de hipertensión que pueden acabar por causar enfermedades cardiacas si no ponemos remedio cuanto antes.
El exceso de sodio en nuestro organismo afectará principalmente a los riñones y al corazón. Se trata de afecciones que se producen con el paso del tiempo mediante el abuso continuado de la ingesta de sal. Para evitarlo es fundamental seguir una dieta adecuada en la que la sal sea un elemento presente de manera muy escasa. Existen casos hereditarios, como personas hipertensas, que deben cuidar mucho más su dieta para conseguir que su salud sea lo mejor posible y que esto no acabe afectando a otras partes de su cuerpo que intervienen en funciones básicas del organismo. Seguir una dieta baja en sal será una buena alternativa, ya que como decíamos anteriormente, los alimentos ya la contienen por sí mismos.