miércoles, 29 de noviembre de 2017

7 síntomas que podrían indicarte que sufres de diabetes

La diabetes suele ser una enfermedad silenciosa y los síntomas son más claros en personas con diabetes tipo 1 (cuando el organismo no produce insulina), mientras que en la tipo 2 (la insulina no funciona en el organismo cómo debe ser) son más difíciles de reconocer, debido a que generalmente no presentan síntoma alguno al principio y es posible que no se tengan durante muchos años.
Sin embargo, hay varias señales que nuestro cuerpo nos envía para sospechar cuando se puede estar sufriendo de diabetes. A continuación te contamos los siete principales síntomas causados inicialmente por altos niveles de glucosa (azúcar) en la sangre. Es de anotar que los síntomas que se describen a continuación se observan en individuos con diabetes agudamente descompensados, es decir glicemias muy elevadas mayores a 250 mg/dl de manera permanente.

1. Orinar más de lo habitual 

Este es uno de los síntomas más característicos de la diabetes. Se presenta porque los riñones tratan de eliminar rápidamente el exceso de glucosa en la sangre a través de la orina. Se siente deseo de orinar con frecuencia y en mayor cantidad.

2. Tener sed excesiva

Como consecuencia de la pérdida de líquidos por el aumento en la frecuencia de las micciones, la persona siente sed excesiva que es un mecanismo de defensa para intentar reponer los líquidos .

3. Sentir hambre excesiva

Debido a la falta de insulina, el organismo no puede aprovechar el azúcar que se está acumulando en la sangre, el cual las células usan como energía. Entonces, el cerebro manda señales al cuerpo para que coma más y así compensar la falta de energía. De esta manera la persona siente hambre intensa, come mas pero no logra compensar por la falta o ineficacia de la insulina.

4. Perder peso sin razón aparente

Comer más de lo normal no evita la pérdida de peso que puede sufrir la persona adulta que presenta síntomas de diabetes.
Un adulto puede perder entre 5 a 10 kilos en dos o tres meses debido a la insuficiencia de insulina no se puede transformar la glucosa en energía.
Así, el organismo busca otras fuentes de combustible, por ejemplo otras células comienzan a obtener energía de las reservas de grasa y las proteínas de los músculos.

5. Sentir fatiga o cansancio durante el día

Esta es una señal común para todos los tipos de diabetes. La pérdida de peso y líquidos se manifiesta en la persona a través de una sensación de fatiga o cansancio. El cuerpo realiza tareas adicionales para manejar el exceso de glucosa, lo cual incide en cansancio, somnolencia e incluso irritabilidad.

6. Visión borrosa

Los altos niveles de azúcar en la sangre también conllevan a una disminución de la agudeza visual, tal como visión distorsionada, por edema del cristalino y si la enfermedad lleva muchos años y con mal control se puede afectar la retina, esto puede derivar en ceguera o en una daño permanente en la visión.

7. Dolor de estómago, vómito o náuseas

Estos síntomas hacen parte de la cetoacidosis, una afección que surge cuando el organismo busca en las proteínas y las grasas otras fuentes de energía debido a que no hay suficiente glucosa. Las grasas se descomponen en ácidos denominados cetonas, que en grandes cantidades son tóxicas, se acumulan en la sangre y salen por la orina. En personas con diabetes tipo 1 que aún no han recibido el diagnóstico esta es una señal de alerta. 
Tenga presente estas señales pues un diagnóstico a tiempo y un tratamiento oportuno, ayudan a evitar las complicaciones de las etapas más avanzadas de esta enfermedad.

Seguridad en trabajos en altura


1.- Introducción.
Como cada año, los accidentes producidos por las caídas a distinto nivel continúan siendo una de las principales causas de absentismo laboral, lesiones irreversibles y muertes en el puesto de trabajo. Tanto a nivel nacional como internacional, sobre todo en países emergentes de Latino América, el auge de grandes proyectos industriales e infraestructurales hacen multiplicar los riesgos laborales, sobre todo en caídas en altura. Por ello, GRUPO INPREX y D&AM Control están desarrollando un proyecto global en prevención de riesgos laborales en diferentes países de América Latina y Europa, con mucha implantación en la península ibérica, ofreciendo servicio en asesoramiento en materias normativas, preventivas y procedimentales, tanto en prevención, salud laboral y seguridad en trabajos de alto riesgo, altura, confinamiento y zonas con atmósferas explosivas (ATEX).
Durante la última década, se ha experimentado un espectacular desarrollo tanto de las técnicas, metodologías  y  materiales específicos para la prevención de los riesgos derivados de la realización de trabajos en altura y suspensión, la capacitación, asesoramiento, control de riesgos y auditorias en seguridad en marcos de trabajos en altura, lugares de difícil acceso, rescate industrial y confinamiento tanto en construcción, industria, energías, minería y portuarias. Por tanto, este tipo de riesgos toman una especial importancia frente a la previsión de riesgos generales en los sectores citados y que tienen características sumamente particulares, y, donde el marco normativo de la Ley de Prevención y Decretos de desarrollo, tanto en España como en la Unión Europea, dejan muchas lagunas que la especialización cubre, y más en estos trabajos considerados por la normativa como “ Riesgos graves e inminentes”
Los trabajos verticales son técnicas para trabajar en altura que se basan en la utilización de anclajes, conectores, cuerdas  y aparatos de progresión, descenso y posicionamiento.
Para la realización de:
  •  Mantenimiento de edificios, monumentos  e infraestructuras.
  •  Presas, viaductos, centrales hidráulicas y un largo etc…
  •  Trabajos diversos en lugares  rocosos y taludes.
  •  Trabajos de obra civil y obra pública.
Los trabajos verticales comprenden las siguientes fases para su planificación en seguridad:
  •  Planificación del trabajo a realizar, incluyendo  el estudio de seguridad y salud.
  •  Estudio de la Instalación de los sistemas SAS (Sistemas de Anclaje de Seguridad) en el inmueble u edificio, como los SAS de cabecera, para realizar los puntos iniciales de las maniobras de descenso.
  •  Conocimiento de las maniobras  de descenso  o ascenso, hasta los puntos de actuación de los trabajos o diferentes operaciones.
  •  Posicionamiento en el punto de trabajo.
  •  Ejecución de los trabajos propiamente dichos
  •  Descansos y tiempos de parada después de la realización de los trabajos.
  •  Recuperación de los sistemas de anclaje (instalaciones de cabecera SAS ).
  • Control y supervisión de todos los elementos de seguridad  (anclajes, conectores, cuerdas, protectores, descensores, otros…).

2.- Riesgos y factores de riesgo
Los principales riesgos asociados a los trabajos verticales son los derivados de las caídas de personas o materiales en la ejecución de los trabajos.
Las caídas de personas a distinto nivel se deben fundamentalmente a efectuar los trabajos sin la debida planificación, capacitación, conocimiento  y la utilización inadecuada de los EPI’s y Epc,  o la falta de control suficiente de los mismos, (materiales deteriorados o mal mantenidos, puntos de anclaje defectuosos,  insuficientes o mal instalados,  o una falta de formación  acreditada  en este tipo de trabajos.
Otros de los riesgos en trabajos verticales, son a caída de materiales e incluso de herramientas sobre personas y/o bienes, y todo ello es debida a llevar herramientas sueltas o mal diseñados los sistemas de elementos de manipulación de cargas sin el equipo auxiliar de transporte de los mismos, en maniobras de  subida o bajada o mientras se realizan los trabajos, o bien a la presencia de personas  de apoyo situadas en las proximidades o bajo la vertical de la zona de trabajo.
Otros posibles riesgos propios de esta actividad son los cortes o heridas de diversa índole en la utilización de herramientas auxiliares, portátiles y  contactos eléctricos directos o indirectos por proximidad a líneas eléctricas de AT / BT ya sean aéreas  en fachada de edificios o instalaciones industriales.
De todos es sabido, para la realización de trabajos verticales, tenemos que utilizar sistemas y elementos totalmente homologados y certificados  en normalizaciones existentes de la unión europea o equivalentes a otras homologaciones internacionales.
–   Las cuerdas.
 Son el principal cordón umbilical de los trabajadores de la vertical, las cuales tienen que ser homologadas para trabajos verticales, y deben cumplir con la norma UNE-EN-1891. La duración y resistencia de las cuerdas está relacionada con una serie de medidas de prevención a tener en cuenta por el usuario de las mismas o un equipo consultor en seguridad laboral, pero esta última es inexistente en un alto porcentaje en la mayoría de las empresas de esta características.
Pasos a seguir en el control de unos de los elementos principales de la seguridad vertical en las cuerdas:
● Preservar del contacto con el agua pues reduce su resistencia hasta un 10 %.
● Limitar la utilización de una cuerda a un tiempo determinado teniendo en cuenta que a partir de la fecha de fabricación la resistencia de las mismas  disminuye progresivamente en función del uso que se le da.
● Evitar la exposición constante a los rayos solares.
● Mantenerlas  limpias de barro, mortero, aceites, imprimaciones, etc. En caso de tener que limpiarlas utilizar siempre detergentes neutros.
● Preservar la cuerda de los efectos abrasivos derivados del roce con elementos que sobresalen respecto a la vertical de la línea , y con ello siempre utilizar protectores.
● Utilizar cuerdas debidamente certificadas y homologadas, con un diámetro mínimo de 10mm.
● Todas las cuerdas deben llevar, en uno de sus extremos, una etiqueta que indique la carga máxima, el tiempo de almacenamiento, las condiciones de uso, el tiempo de exposición a la intemperie, etc. Además  de las cuerdas de trabajo, existen  unas cuerdas denominadas cordinos o cintas  y que se caracterizan por tener un diámetro de 6 mm , 8 mm o inferior, las cuales sirven para suspender herramientas o maquinaria, o para asegurar pequeños objetos.
Todo ello, sin ningún criterio normativo, solo bajo el criterio  de profesionalidad del operario.
–   Conectores.
Otros elementos de seguridad en los trabajos verticales son los conectores, llamados mosquetones y /o maillones. Son pequeñas piezas en forma de anillos de metal, con apertura, que se utilizan para la conexión de elementos SAS y las cuerdas de trabajo, entre otras funciones.
–   Arneses
Otro gran elemento de los trabajadores de la vertical son los arneses. El arnés anticaídas está constituido por bandas de tejidos , elementos de ajuste , amarre y dispuestos  de una forma adecuada sobre el cuerpo de una persona, para sujetarla durante un descenso o una caída.
Los arneses deben estar diseñados de forma que no presionen, limitando la circulación sanguínea, sujeten la región lumbar y no ejerzan fuertes presiones sobre el hueso ilíaco.
–   Cabo
El elemento principal de conexión  a las cuerdas de trabajo ( Cuerda de trabajo y cuerda de seguridad) ,es el  cabo de anclaje doble , el cual conecta el arnés con los aparatos de ascenso, descenso o directamente a una estructura.  Y deberán estar amparados a cumplir las normas,
Todos los elementos que componen el equipo de protección anticaídas deberán comprobarse y verificarse diariamente por cada operario antes de iniciar los trabajos, debiendo desecharse cualquier equipo o elemento del mismo que presente algún tipo de daño.
3.- Formación y capacitación
La formación y capacitación   en materia de seguridad, prevención, salud laboral y metodologías de trabajos seguros en altura, constituyen unos de los primeros eslabones fundamentales en los que basar la estrategia preventiva de accidentes en trabajos tan sumamente especializados.
Desde la Ley 31/95, y los Reales Decretos 1215/95 y 2177/2004 en lo que a trabajos verticales se refiere, pasando por los convenio sectoriales donde la formación cada vez más cualificada y especializada, se hace vital.
Al respecto de la formación teórico práctica que se define como tal en la norma de referencia anterior, en este tipo de tareas de posicionamiento y accesos en altura, se tiende, además, a la capacitación, entendiendo como tal, la adquisición por parte de los trabajadores capacitados de la pericia y experiencia necesaria, y a través de la práctica, de estos trabajos en altura y en técnicas de acceso y posicionamiento, así como en el uso de material auxiliar necesario para esto, revisión y mantenimiento.
Esta formación difiere de la que se imparte en materia de prevención de riesgos laborales en el sentido en que la operativa y la práctica es de mayor importancia que la teoría. Aquí, la esencia del Art 18 y 19 de la Ley 31/95 toma forma, y la formación teórico-práctica en lo relativo a trabajos en altura y equipos de trabajo adquiere  consciencia del riego extremo al que estos trabajadores están expuestos, simplemente por el posicionamiento en su puesto de trabajo y al margen de los riesgos añadidos por la actividad:
1.- Riesgo eléctrico en trabajos en tención.
2.- Riesgos de muerte por trabajos en espacios confinados.
3.- Riesgo de explosión por trabajos en atmósferas explosivas.
4.- etc.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Síndrome del túnel carpiano en el ámbito laboral


El síndrome del túnel del carpo (STC) se define como el atrapamiento del nervio mediano en el túnel del carpo, que está formado por el retináculo flexor y los huesos del carpo. Se asocia con traumatismos ocupacionales repetitivos, artritis reumatoide, embarazo, acromegalias, fracturas de muñeca, y otras condiciones, si bien en el 15 % de los casos es idiopático.
El STC se produce como resultado de la presión del nervio mediano bajo la aponeurosis flexora. Así mismo, el edema o la tenosinovitis de los tendones flexores pueden provocar un mayor volumen en el túnel carpiano desencadenando los signos y síntomas que le caracterizan. En general, el paciente presenta dolor y parestesias en la cara ventral de la mano, dedos pulgar, índice y medio, y en parte del dedo anular. El dolor es de tipo “quemazón”, con empeoramiento y parestesias nocturnas, y se agudiza también al efectuar determinadas actividades, como sujetar el volante para conducir, o sujetar un libro para leer. La pérdida de sensibilidad en la distribución del nervio mediano puede ocasionar una sensación de torpeza al caérsele algún objeto de la mano. La compresión prolongada del nervio mediano conduce a pérdida sensorial permanente, déficit motor y atrofia de la musculatura.
El STC es la neuropatía compresiva con mayor prevalencia. La incidencia de éste síndrome se sitúa entre el 0,1 % y el 10 %. La incidencia aumenta con la edad para los hombres, así como en las mujeres con edades comprendidas entre 45 y 54 años. La prevalencia en la vejez es cuatro veces superior en las mujeres que en los hombres. La edad está considerada un factor de riesgo para el deslizamiento y conducción del nervio mediano.
La evaluación requiere realizar una cuidadosa historia y examen físico del paciente, considerando el dolor, signo de Flick (el aleteo de las manos para aliviar las parestesias cuando acompaña a las parestesias nocturnas), prueba de Phalen, y prueba de Tinel. La evaluación mediante pruebas electrofisiológicas es necesaria para detectar las lesiones por compresión causadas por el atrapamiento nervioso.
Prueba de Phalen

Síndrome del túnel del carpo en el ámbito laboral
Los movimientos de flexión y extensión de muñeca efectuados por los trabajadores, y la velocidad y la aceleración de los mismos para cada plano de movimientos, influyen en los traumatismos acumulativos de muñeca en los trabajos manuales.
El STC puede estar causado y agravado por el trabajo. La postura de desviación de la muñeca en el plano de flexoextensión es un factor de riesgo. Los trabajadores que utilizan alternativamente aumento y disminución de fuerza en trabajos repetitivos, desarrollan un riesgo extra de presentar STC. Estos trabajos incluyen mecanografía, personal de cuidados sanitarios, enfermería, trabajadores industriales y de servicios del hogar.
El diagnóstico fisioterapéutico también tiene en cuenta el siguiente diagrama de la mano referente a la evaluación funcional y la clasificación del síndrome:

Clasificación para el diagnóstico del síndrome del túnel del carpo
Clásico Dolor, hormigueo, entumecimiento, y/o sensación disminuida con o sin dolor por lo menos en dos de los dedos 1, 2 o 3.
Sin síntomas en la palma o dorso de la mano. También puede estar presentes síntomas en quinto dedo, dolor en muñeca o radiación proximal a la muñeca.
ProbableIgual como el tipo clásico, excepto los síntomas palmares, a menos que se encuentre reducido únicamente al aspecto cubital.
PosibleDolor, hormigueo, entumecimiento y/o sensación reducida en al menos uno de los dedos 1, 2 ó 3.
ImprobableSin síntomas en los dedos 1, 2 o 3
Sin síntomas

Evaluación funcional de muñeca y dedos en el síndrome del túnel del carpo
Las siguientes preguntas se refieren a la función de su muñeca y mano, durante el pasado mes:
1. Pude escribir fácilmente con un lápiz o una pluma.
2. Pude abrochar fácilmente la camisa o la blusa.
3. Pude girar fácilmente la llave en la cerradura.
4. Pude anudar fácilmente un lazo.
5. Pude abrir fácilmente un bote de comida.
Cuantos menos días hayan podido realizar estas actividades mayor disfunción de muñeca y dedos.

Medidas preventivas
Hay que tener cuidado con las manos cuando se trabaja, o cuando se practica alguna actividad con ejecuciones repetitivas, especialmente si requieren fuerza, vibración, o posturas inadecuadas. Por ello, en el ámbito laboral, los fisioterapeutas deben participar en el diseño y configuración del teclado para un puesto informático, y promover una posición neutra de muñeca que ayude a disminuir los desórdenes músculo esqueléticos relacionados con el trabajo, la tenosinovitis de muñeca y el STC.
También hay que prevenir otros factores de riesgo para el STC, como son la obesidad, la diabetes, el tabaquismo, o el consumo de alcohol, ya que en ocasiones pueden contribuir incluso más que el trabajo.
En el puesto informático, el teclado debe estar ajustado a la altura de los antebrazos, y hay que evitar las posiciones con flexión de muñecas, durante largos períodos de tiempo. 
Además, podemos ayudar a que la muñeca mantenga su posición neutra con el uso de férulas, que en ocasiones se puede emplear durante el descanso nocturno.

Tratamiento mediante ejercicios fisioterapéuticos
En cuanto a la realización de ejercicios, el estiramiento de la musculatura flexora (muñeca y dedos, aductor del pulgar y pronadores), realizados varias veces al día liberan la presión del nervio mediano. Cada estiramiento se mantiene unos 15 segundos, y se repite entre 8 y 10 veces.
Los ejercicios pasivos de estiramiento los ejecuta el fisioterapeuta, pero el estiramiento activo de la musculatura lo realiza el paciente guiado por el fisioterapeuta. (Ver las siguientes fotos)
Estiramiento Flexora antebrazo

Estiramiento flexores codos estirados

Estiramiento flexores con brazo en pronación

Estiramiento flexores de muñeca

Estiramiento  abductor del pulgar


Para desarrollar fuerza muscular, se realizan ejercicios de fortalecimiento de la musculatura extensora de muñeca y dedos, y abductora de los dedos. 
Activo flexores muñeca

Resistido flexores muñeca

Fuente: http://www.aefi.net/

Análisis del nivel de plomo en la sangre


El nivel de plomo en el organismo se mide mediante un análisis de sangre. Cuando el nivel de plomo en el organismo es elevado, ocurre una intoxicación por plomo.
Los niños y adultos que han estado expuestos a plomo deben someterse al análisis del nivel de plomo. Esto perjudica especialmente a los niños porque puede dañar al cerebro en desarrollo, lo que causa problemas en el desarrollo cognitivo e intelectual.

Pautas para la realización de la prueba

Debido a que la intoxicación con plomo puede ocasionarle a los niños problemas de desarrollo y daños en los órganos, es importante que se les someta al análisis del nivel de plomo cuando se sospeche que han estado expuestos o cuando lo sugieran las pautas locales. Generalmente se sugiere hacer el análisis a los niños de 1 a 3 años de edad.
Según Lab Tests Online (LTO), los gobiernos locales a menudo fijan pautas para el análisis de plomo según los riesgos del área. El departamento de salud local puede informarle cuándo se recomienda realizar el análisis (LTO, 2012).
Los adultos y niños que corren el riesgo de intoxicarse con plomo deben someterse al análisis. Según Johns Hopkins Medicine, los grupos que corren mayor riesgo son (Johns Hopkins Medicine):
  •  familias de bajos ingresos
  •  afrodescendientes
  •  estadounidenses de ascendencia mexicana
  •  quienes viven en grandes áreas metropolitanas
  •  quienes viven en casas más viejas, especialmente construidos antes de 1978
La exposición a ciertos materiales también aumenta el riesgo de intoxicarse con plomo. Las personas que se hayan expuesto a plomo deben hacerse un análisis. Las fuentes de exposición al plomo son:
  •  suelo y agua expuestos a pintura con plomo, aditivos de gasolina o tuberías de plomo
  •  pinturas y barnices con plomo
  •  cosméticos importados y bisutería
  •  comida contaminada
  •  campos deportivos artificiales
  •  remedios tradicionales que contengan azarcon y greta
  •  trabajar en fundiciones
  •  trabajar en reparación de automóviles o en construcción

Razones

El análisis del nivel de plomo se realiza para detectar la intoxicación con plomo. En sus etapas iniciales, la intoxicación con plomo normalmente no ocasiona síntomas, por lo cual es necesario que los niños y adultos expuestos al plomo se hagan el análisis. La intoxicación con plomo en niños puede causar lo siguiente:
  •  daños en el cerebro y el sistema nervioso
  •  déficits en el habla, el lenguaje y la atención
  •  problemas de crecimiento
  •  pérdida de la audición
  •  cefaleas (dolor de cabeza)
  •  anemia, que es la disminución de la cantidad de glóbulos rojos
  •  problemas para dormir
  •  convulsiones
  •  pérdida de peso
  •  cansancio
  •  dolor abdominal y vómitos
La intoxicación con plomo en adultos puede causar lo siguiente:
  •  aborto o parto prematuro
  •  infertilidad
  •  cefaleas (dolor de cabeza)
  •  dolor y hormigueo en manos y pies
  •  dolor en músculos y articulaciones
  •  presión arterial elevada
  •  pérdida de la memoria
  •  convulsiones
  •  estado de coma
  •  cambios en el estado de ánimo
  •  cambio en el funcionamiento mental
El médico también podría ordenar un análisis de sangre para verificar el nivel del plomo si anteriormente le han diagnosticado una intoxicación con plomo. Este análisis se ordena para saber si el nivel de plomo está disminuyendo con el tratamiento.

Procedimientos

Para conocer el nivel de plomo es necesario hacer un análisis de sangre. Este análisis puede hacerse en el consultorio médico o en un laboratorio y también puede llamarse "extracción de sangre" o "venopunción".
Para comenzar, el técnico le limpiará con antiséptico el área de donde le extraerán sangre (para prevenir infecciones). La sangre se extrae usualmente de una vena en el interior del codo o el dorso de la mano. Luego, el técnico le atará una banda elástica alrededor de la parte superior del brazo. Esto se hace para que se acumule sangre en las venas y sea más fácil extraerla.
El técnico le introducirá una aguja estéril en la vena y extraerá la muestra de sangre. Le retirarán la banda elástica del brazo. Cuando el técnico termine de extraerle sangre, retirará la aguja. Le aplicarán una venda en la punción y le indicarán que aplique presión sobre la misma. La presión ayuda a detener el sangrado y prevenir moretones. Es posible que siga sintiendo palpitaciones en el área de la punción, las cuales desaparecerán en cuestión de minutos u horas.
La extracción de sangre podría causarle dolor leve a moderado. La mayoría de las personas lo describe como un pinchazo o sensación de ardor. Relajar el brazo mientras le extraen sangre puede ayudar a disminuir el dolor.
La muestra de sangre se enviará a un laboratorio clínico para analizar el nivel de plomo.

Riesgos

Los riesgos de una extracción de sangre son bajos. Sin embargo, en ocasiones poco comunes se presentan problemas. Los posibles riesgos son:

  •  heridas debido a múltiples punciones (si el técnico no logra encontrar una vena)
  •  hemorragia excesiva
  •  desmayos o mareos
  •  hematoma (acumulación de sangre debajo de la piel)
  •  infección

domingo, 26 de noviembre de 2017

Responsabilidades ante el sistema de riesgos profesionales

Por parte de los trabajadores

A los trabajadores, como protagonistas activos y participativos del Sistema, la Ley les establece entre otros los siguientes deberes:
  • Procurar el cuidado integral de su salud.
  • Suministrar información veraz sobre su estado de salud.
  • Velar por el cumplimiento de las obligaciones de los empleadores
  • Participar en la prevención de riesgos profesionales
  • Participar en el proceso de elección de sus representantes en el Comité de Salud ocupacional y colaborar con dicho ente.
El incumplimiento de instrucciones de los reglamentos para la prevención de riesgos profesionales que consten por escrito, podrá acarrear justificación para la terminación del vínculo laboral, previa autorización del Ministerio de Protección Social.

Por parte de los empleadores

Son los responsables directos de la salud de sus trabajadores y por tanto deberán proporcionar y mantener las mejores condiciones de trabajo y prevenirlos Riesgos Profesionales.
Para ello deberá cumplir con las obligaciones que como empleador le ha impuesto la legislación:
  • Afiliar a sus trabajadores al Sistema General de Riesgos Profesionales y efectuar cumplidamente el pago total de las cotizaciones.
  • Elaborar e implementar el Programa de Salud Ocupacional para la empresa. Esto supone la existencia de recurso humanos, técnicos y financieros que garanticen el cumplimiento de los objetivos y actividades propuestas.
  • Tener vigente el Reglamento de Higiene y Seguridad Industrial.
  • Constituir y garantizar el funcionamiento del Comité Paritario de Salud Ocupacional o Vigía Ocupacional. Para ello el empleador deberá cada dos años designar su representación y propiciar la elección libre de los representantes de los trabajadores, proporcionándoles el tiempo estipulado para su funcionamiento.
  • Notificar a la ARP los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales diagnosticadas e informarle de las novedades laborales de sus trabajadores.

sábado, 25 de noviembre de 2017

La importancia de invertir en la salud de los empleados

Los accidentes y enfermedades laborales son una de las mayores causas de ausentismo entre los profesionales. El estrés, la fatiga crónica, el colon irritable o las dolencias musculares, provocan que día a día, muchos empleados deban faltar al trabajo o vean afectado su rendimiento laboral.
Según estudios de la Organización Mundial de la Salud, invertir en la recuperación de un trabajador es menos rentable para una empresa, que gestionar un plan de protección y prevención de riesgos. El problema es que no muchas compañías están dispuestas a destinar dinero para que esto ocurra.
Considerando que uno de los activos más importantes de una organización es su capital humano, se hace necesario, entonces, tomar medidas que velen por el bienestar de los empleados, a fin de resguardar no sólo la integridad física y sicológica de éstos, sino también la rentabilidad de la empresa.
“Cuando la empresa se preocupa por sus empleados, está claramente pensando en su supervivencia. Esto no es beneficencia, ya que sin empleados sanos la empresa no podría sobrevivir”, dice Mauricio Greenwald, experto de la Sociedad de Psicólogos Industriales de Estados Unidos.
Al invertir en salud ocupacional, precisa el especialista, los costos de capacitación bajan, hay menos cambios de personal y menos desgaste en los empleados a nivel emocional y psicológico, desaparece la deserción laboral y se establece un vínculo con los empleados.
Promover un buen ambiente de trabajo, también será fundamental para la calidad y productividad empresarial, afirma Diego Cardona, decano de la Universidad del Norte de Colombia. “El clima laboral de una organización está intrínsecamente relacionado con el bienestar del trabajador y por lo tanto, invertir en salud es invertir en el bienestar. No se debe tratar como un gasto, debe tratarse como una inversión”, dice.
Según la Unión Europea, destinar dinero a la salud del personal ayudará, además, a reducir los costos en materia de bonificaciones, como subsidios, pensiones, indemnizaciones e incluso en asignación familiar, en caso de que el trabajador resulte muerto en un accidente laboral.
“Una mayor cobertura implica una mayor sensación de bienestar y, en esos términos, lo deseable para el empleado es tener la máxima cantidad de servicios. Pero también es importante revisar la sostenibilidad de la organización y las inversiones que se realicen en este tipo de beneficios, ya que deben ser compatibles con las capacidades financieras de la organización”, añade Cardona.
Salud laboral, un elemento diferenciador. Distintas alternativas pueden ayudar a prevenir o resguardar la salud de los empleados. Contratar planes de salud colectivos, implementar planes de seguridad dependiendo de la cantidad de trabajadores o, derechamente, crear un departamento de prevención de riesgos, pueden convertirse en medidas claves para este propósito.
Invirtiendo en la salud de su capital humano, las organizaciones pueden -incluso- posicionarse con respecto a sus pares, en materia de prevención y seguridad. Un buen funcionamiento de la estructura empresarial irá estrechamente ligado con la calidad de vida que tengan sus trabajadores.
“Sintéticamente podríamos decir que la salud es una parte fundamental de la inversión en capital humano que es hoy en día, el elemento diferenciador de una empresa, permitiéndole competir en mejores condiciones. Los empleados que se sienten mejor física y mentalmente, se sienten valorados y cuidados por la empresa, lo que los predispone mejor para su tarea”, precisa Ignacio Reggiani, experto en Responsabilidad Social Empresarial y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica Argentina.
Eugenia de la Torre, especialista en Gestión de Organizaciones, coincide con esta idea al afirmar que “tener a los clientes internos satisfechos, es un arma competitiva fundamental de las empresas, no sólo por el aumento de la productividad, sino también porque sus trabajadores se convierten en los primeros prescriptores en su círculo social, los primeros defensores de la imagen de la empresa”.
Otra opción es implementar prácticas que afecten a los empleados más allá de su diario vivir y que provoquen un cambio importante en el estilo de vida. Así por ejemplo, incluir clases de yoga, reiki, masajes de relajación una o dos veces al día, o promover una buena alimentación, también ayudarán a mejorar el bienestar del personal.
“Tanto la promoción de hábitos saludables que prevengan patologías como la atención de éstas, será la base del éxito económico sostenible de una empresa”, concluye Reggiani.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Maternidad y trabajo


A pesar de todas las ideas o prejuicios existentes, el embarazo y la lactancia natural son, salvo contadas excepciones, totalmente compatibles con el trabajo. Lo más frecuente es que discurran de manera natural, sin molestias o con molestias mínimas, a pesar de los numerosos cambios físicos, psicológicos y sociales que se producen. En la empresa, es cuestión de crear entornos “amigables” para las mujeres embarazadas o en período de lactancia, evitando riesgos, facilitando elecciones saludables, organizando y optimizando la agenda, ayudando a la mujer a hacer frente a las posibles molestias que surgen durante las diferentes etapas de su maternidad, etc. 

Consejos prácticos 
  • Anticipación y diálogo. Cada una de las partes implicadas (empresa, compañeros de trabajo, mujer embarazada o lactante) tiene sus necesidades, prioridades y objetivos diferentes. Negociar un marco para la acción y ajustarlo a cada caso ayuda a encontrar una solución que satisfaga a todos. 
  • La mujer embarazada o en período de lactancia sigue siendo productiva. Y de eso ha de estar convencida ella y los que la rodean. 
  • Un padre también debería poder dedicar tiempo a sus hijos. Es posible si nos organizamos y si la cultura de la empresa es favorable.

¿Y en casa? (o en tu tiempo libre) 
Los beneficios de un programa de promoción de la salud para las trabajadoras embarazadas, que han dado a luz recientemente o en período de lactancia son múltiples. A destacar:
  • El BEBÉ tendrá una mejor salud, una mayor resistencia a las infecciones y verá disminuido el riesgo de ciertas enfermedades crónicas cuando sea adulto. 
  • La MUJER se recuperará más rápido después del parto, su nivel de salud y bienestar será mayor, no perderá poder adquisitivo y la relación entre ella y su bebé se verá fortalecida.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Ambientes de trabajo saludables



La salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores son de fundamental importancia para los propios trabajadores y sus familias, y también para la productividad, la competitividad y la sostenibilidad de las empresas y, por ende, para las economías de los países y del mundo.
En el 2007 la Asamblea Mundial de la Salud dio su apoyo a un nuevo Plan de acción mundial sobre la salud de los trabajadores, con el objeto de dar un nuevo impulso a la acción de los Estados Miembros. Este modelo para la acción destinado a empleadores, trabajadores, autoridades normativas y profesionales se basa en el plan de acción y brinda un marco flexible, adaptable a los diversos países, lugares de trabajo y culturas. Los principios esbozados aquí se basan en un examen sistemático de las definiciones de entornos de trabajo saludables que figuran en la bibliografía mundial, así como de las normas y prácticas para mejorar la salud en los lugares de trabajo.

Detalles de la publicación

Número de páginas26
Fecha de publicación2013
IdiomasÁrabe, chino, español, inglés, ruso
ISBN9789243599311

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Autores:
Organización Mundial de la Salud

martes, 21 de noviembre de 2017

Salud de los trabajadores


Datos y cifras

  • En muchos países, más de la mitad de los trabajadores están empleados en el sector no estructurado, en el que carecen de protección social para recibir atención sanitaria y no existen mecanismos de aplicación de las normas sobre salud y seguridad ocupacionales.
  • Los servicios de salud ocupacional encargados de asesorar a los empleadores respecto del mejoramiento de las condiciones de trabajo y el seguimiento de la salud de los trabajadores abarcan principalmente a las grandes empresas del sector estructurado, mientras que más del 85% de los trabajadores de empresas pequeñas, del sector no estructurado, el sector agrícola y los migrantes de todo el mundo no tienen ningún tipo de cobertura de salud ocupacional.
  • Algunos riesgos ocupacionales tales como traumatismos, ruidos, agentes carcinogénicos, partículas transportadas por el aire y riesgos ergonómicos representan una parte considerable de la carga de morbilidad derivada de enfermedades crónicas: 37% de todos los casos de dorsalgia; 16% de pérdida de audición; 13% de enfermedad pulmonar obstructiva crónica; 11% de asma; 8% de traumatismos; 9% de cáncer de pulmón; 2% de leucemia; y 8% de depresión.
  • Anualmente, 12,2 millones de personas, mayormente de países en desarrollo, mueren en edad laboral a causa de enfermedades no transmisibles.
  • En la mayoría de los países, los problemas de salud relacionados con el trabajo ocasionan pérdidas que van del 4 al 6% del PIB. Los servicios sanitarios básicos para prevenir enfermedades ocupacionales y relacionadas con el trabajo cuestan una media de entre US$18 y US$60 (paridad del poder adquisitivo) por trabajador.
  • Aproximadamente un 70% de los trabajadores carecen de cualquier tipo de seguro que pudiera indemnizarlos en caso de enfermedades y traumatismos ocupacionales.
  • Las investigaciones han demostrado que las iniciativas en el lugar de trabajo pueden contribuir a reducir el absentismo por enfermedad en un 27% y los costos de atención sanitaria para las empresas en un 26%.

Los centros de atención primaria de salud pueden dispensar algunas intervenciones esenciales para proteger la salud de los trabajadores, especialmente el asesoramiento para mejorar las condiciones de trabajo, la detección de enfermedades ocupacionales y la vigilancia de la salud de los trabajadores, si bien en la mayoría de los países la atención se centra todavía en el tratamiento médico, más que en la prevención.

¿Qué determina la salud de los trabajadores?

Las personas económicamente activas pasan aproximadamente una tercera parte de su tiempo en el lugar de trabajo. Las condiciones de empleo y de trabajo tienen efectos considerables sobre la equidad en materia de salud. Las buenas condiciones de trabajo pueden proporcionar protección y posición social, oportunidades de desarrollo personal, y protección contra riesgos físicos y psicosociales. También pueden mejorar las relaciones sociales y la autoestima de los empleados y producir efectos positivos para la salud.
La salud de los trabajadores es un requisito previo esencial para los ingresos familiares, la productividad y el desarrollo económico. Por consiguiente, el restablecimiento y el mantenimiento de la capacidad de trabajo es una función importante de los servicios de salud.
Los riesgos para la salud en el lugar de trabajo, incluidos el calor, el ruido, el polvo, los productos químicos peligrosos, las máquinas inseguras y el estrés psicosocial provocan enfermedades ocupacionales y pueden agravar otros problemas de salud. Las condiciones de empleo, la ocupación y la posición en la jerarquía del lugar de trabajo también afectan a la salud. Las personas que trabajan bajo presión o en condiciones de empleo precarias son propensas a fumar más, realizar menos actividad física y tener una dieta poco saludable.
Además de la atención sanitaria general, todos los trabajadores, y particularmente los de profesiones de alto riesgo, necesitan servicios de salud que evalúen y reduzcan la exposición a riesgos ocupacionales, así como servicios de vigilancia médica para la detección precoz de enfermedades y traumatismos ocupacionales y relacionados con el trabajo.
Las enfermedades respiratorias crónicas, los trastornos del aparato locomotor, las pérdidas de audición provocadas por el ruido y los problemas de la piel son las enfermedades ocupacionales más comunes. Ahora bien, solo una tercera parte de los países tienen programas para abordar estas cuestiones.
Las enfermedades no transmisibles relacionadas con el trabajo, así como las cardiopatías y la depresión provocadas por el estrés ocupacional dan lugar a crecientes tasas de enfermedades y bajas laborales prolongadas. Las enfermedades no transmisibles de origen ocupacional incluyen el cáncer ocupacional, la bronquitis crónica y el asma causados por la contaminación del aire en el lugar de trabajo y la radiación.
A pesar de la incidencia de estas enfermedades, en la mayoría de los países los médicos y las enfermeras no están apropiadamente capacitados para hacer frente a problemas de salud relacionados con el trabajo y muchos países no ofrecen formación de posgrado en salud ocupacional.

Cobertura sanitaria de los trabajadores

En la mayoría de los países, los problemas de salud relacionados con el trabajo ocasionan pérdidas que van del 4 al 6% del PIB. Aproximadamente un 70% de los trabajadores carecen de cualquier tipo de seguro que pudiera indemnizarlos en caso de enfermedades y traumatismos ocupacionales.
La cobertura sanitaria universal combina el acceso a los servicios necesarios para lograr la buena salud (promoción de la salud, prevención, tratamiento y rehabilitación, incluidos servicios relativos a los determinantes de la salud) con la protección financiera adecuada para evitar que la mala salud conduzca al empobrecimiento.
Existen intervenciones eficaces para prevenir las enfermedades ocupacionales. Esas intervenciones incluyen, por ejemplo, el aislamiento de las fuentes de contaminación, la ventilación, el control del ruido, la sustitución de productos químicos peligrosos, el mejoramiento del mobiliario y la organización del trabajo.
La tarea de los servicios especializados en salud ocupacional consiste en evaluar esos riesgos y formular recomendaciones orientadas a prevenir enfermedades ocupacionales y relacionadas con el trabajo. Los trabajadores expuestos a riesgos deben someterse a exámenes médicos periódicos que permitan detectar cualquier problema de salud en una fase temprana, en la que el tratamiento y la modificación del lugar de trabajo puedan contribuir a evitar un daño permanente.
En la actualidad hay servicios de salud ocupacional especializados disponibles solo para el 15% de los trabajadores de todo el mundo, principalmente en grandes empresas que ofrecen seguro de enfermedad y prestaciones por traumatismos en el trabajo. En el contexto de la actual crisis mundial de desempleo, cada vez más personas buscan trabajo en el sector no estructurado, en el que no tienen ningún tipo de cobertura de seguro ni servicios de salud ocupacional.
Además, muchos de esos trabajadores suelen trabajar en condiciones de riesgo y padecer enfermedades, discapacidades y traumatismos relacionados con el trabajo. En muchas comunidades, cuando el sostén de familia se enferma, toda la familia padece las consecuencias de la falta de protección social.
Los centros de atención primaria pueden prestar algunos servicios ocupacionales básicos a los trabajadores del sector no estructurado y de las pequeñas empresas de la comunidad. Frecuentemente, personal de esos centros visita los lugares de trabajo, formula recomendaciones de mejoras y, periódicamente, realiza exámenes médicos y pruebas de diagnóstico, y notifica enfermedades relacionadas con el trabajo.
Los centros de atención primaria también podrían capacitar voluntarios y colaborar con ellos y con los encargados de la seguridad en el lugar de trabajo a fin de aplicar medidas sencillas de prevención de enfermedades ocupacionales y prestar asesoramiento sobre métodos de trabajo más seguros. Los costos de esos servicios varían entre US$18 y US$60 (paridad del poder adquisitivo) por trabajador. Sus ventajas incluirían:
  • mejoras en el lugar de trabajo, incluso después de la primera visita,
  • detección y gestión de problemas de salud relacionados con el trabajo en una fase temprana, y
  • suministro de información a las comunidades de trabajadores y participación de estas en la protección de su salud.
Las investigaciones han demostrado que las iniciativas en el lugar de trabajo pueden contribuir a reducir el absentismo por enfermedad en un 27% y los costos de atención sanitaria para las empresas en un 26%.

Respuesta de la OMS

La resolución WHA60.26 de la Asamblea Mundial de la Salud titulada “Salud de los trabajadores: plan de acción mundial” insta a los Estados Miembros a “que hagan lo posible por garantizar la plena cobertura de todos los trabajadores, incluidos los del sector no estructurado, los de las empresas pequeñas y medianas, los trabajadores agrícolas y los trabajadores migrantes y por contrata, mediante intervenciones esenciales y servicios básicos de salud ocupacional destinados a la prevención primaria de las enfermedades y lesiones relacionadas con el trabajo”.
La estrategia propuesta por la OMS para mejorar la cobertura sanitaria de los trabajadores, incluidos los de las pequeñas empresas y el sector no estructurado, consiste en trabajar con los países en las orientaciones estratégicas siguientes:
  1. Fortalecer la capacitación de los dispensadores de atención primaria (médicos generalistas, enfermeras, especialistas en medio ambiente y salud pública y agentes de salud comunitarios) para que presten servicios básicos de salud ocupacional, por ejemplo asesoramiento sobre la mejora de las condiciones de trabajo, el seguimiento del estado de salud de los trabajadores y la detección de las enfermedades ocupacionales más comunes entre los trabajadores de las pequeñas empresas, las zonas rurales, las granjas, el sector no estructurado y los migrantes.
  2. Ampliar la cobertura y mejorar la calidad de los servicios especializados en salud ocupacional en las empresas grandes y medianas y en las zonas industriales, con particular atención a la evaluación y reducción de los riesgos ocupacionales; vigilancia y mejoramiento del entorno, la organización, la maquinaria y el equipo de trabajo; detección precoz y rehabilitación de enfermedades ocupacionales; promoción de la salud; y prestación de primeros auxilios en el lugar de trabajo.
  3. Establecer vínculos entre los servicios de salud ocupacional y los centros de atención primaria, a fin de facilitar la atención de los trabajadores que padecen enfermedades crónicas y su reincorporación al trabajo después de largos períodos de baja por enfermedad.
  4. Desarrollar iniciativas, instrumentos y métodos saludables en el lugar de trabajo para que las empresas y otros entornos de trabajo puedan ocuparse mejor de la salud sin depender excesivamente de los servicios sanitarios profesionales.
  5. Incluir la salud ocupacional en la capacitación, tanto anterior a la entrada en servicio como en el servicio, de todos los dispensadores de atención sanitaria de primera línea y de algunos médicos especialistas en oncología, dermatología, neumología, neurología y trastornos del aparato locomotor.
  6. Elaborar hojas de rutas para afianzar el acceso de los trabajadores a intervenciones y servicios esenciales definidos en el ámbito nacional y destinados a prevenir y controlar las enfermedades ocupacionales y relacionadas con el trabajo. Esto incluye el seguimiento de la cobertura y el establecimiento de metas realistas compatibles con los recursos humanos y financieros para la salud y las tradiciones locales.