jueves, 23 de noviembre de 2017

Maternidad y trabajo


A pesar de todas las ideas o prejuicios existentes, el embarazo y la lactancia natural son, salvo contadas excepciones, totalmente compatibles con el trabajo. Lo más frecuente es que discurran de manera natural, sin molestias o con molestias mínimas, a pesar de los numerosos cambios físicos, psicológicos y sociales que se producen. En la empresa, es cuestión de crear entornos “amigables” para las mujeres embarazadas o en período de lactancia, evitando riesgos, facilitando elecciones saludables, organizando y optimizando la agenda, ayudando a la mujer a hacer frente a las posibles molestias que surgen durante las diferentes etapas de su maternidad, etc. 

Consejos prácticos 
  • Anticipación y diálogo. Cada una de las partes implicadas (empresa, compañeros de trabajo, mujer embarazada o lactante) tiene sus necesidades, prioridades y objetivos diferentes. Negociar un marco para la acción y ajustarlo a cada caso ayuda a encontrar una solución que satisfaga a todos. 
  • La mujer embarazada o en período de lactancia sigue siendo productiva. Y de eso ha de estar convencida ella y los que la rodean. 
  • Un padre también debería poder dedicar tiempo a sus hijos. Es posible si nos organizamos y si la cultura de la empresa es favorable.

¿Y en casa? (o en tu tiempo libre) 
Los beneficios de un programa de promoción de la salud para las trabajadoras embarazadas, que han dado a luz recientemente o en período de lactancia son múltiples. A destacar:
  • El BEBÉ tendrá una mejor salud, una mayor resistencia a las infecciones y verá disminuido el riesgo de ciertas enfermedades crónicas cuando sea adulto. 
  • La MUJER se recuperará más rápido después del parto, su nivel de salud y bienestar será mayor, no perderá poder adquisitivo y la relación entre ella y su bebé se verá fortalecida.