miércoles, 29 de noviembre de 2017

Seguridad en trabajos en altura


1.- Introducción.
Como cada año, los accidentes producidos por las caídas a distinto nivel continúan siendo una de las principales causas de absentismo laboral, lesiones irreversibles y muertes en el puesto de trabajo. Tanto a nivel nacional como internacional, sobre todo en países emergentes de Latino América, el auge de grandes proyectos industriales e infraestructurales hacen multiplicar los riesgos laborales, sobre todo en caídas en altura. Por ello, GRUPO INPREX y D&AM Control están desarrollando un proyecto global en prevención de riesgos laborales en diferentes países de América Latina y Europa, con mucha implantación en la península ibérica, ofreciendo servicio en asesoramiento en materias normativas, preventivas y procedimentales, tanto en prevención, salud laboral y seguridad en trabajos de alto riesgo, altura, confinamiento y zonas con atmósferas explosivas (ATEX).
Durante la última década, se ha experimentado un espectacular desarrollo tanto de las técnicas, metodologías  y  materiales específicos para la prevención de los riesgos derivados de la realización de trabajos en altura y suspensión, la capacitación, asesoramiento, control de riesgos y auditorias en seguridad en marcos de trabajos en altura, lugares de difícil acceso, rescate industrial y confinamiento tanto en construcción, industria, energías, minería y portuarias. Por tanto, este tipo de riesgos toman una especial importancia frente a la previsión de riesgos generales en los sectores citados y que tienen características sumamente particulares, y, donde el marco normativo de la Ley de Prevención y Decretos de desarrollo, tanto en España como en la Unión Europea, dejan muchas lagunas que la especialización cubre, y más en estos trabajos considerados por la normativa como “ Riesgos graves e inminentes”
Los trabajos verticales son técnicas para trabajar en altura que se basan en la utilización de anclajes, conectores, cuerdas  y aparatos de progresión, descenso y posicionamiento.
Para la realización de:
  •  Mantenimiento de edificios, monumentos  e infraestructuras.
  •  Presas, viaductos, centrales hidráulicas y un largo etc…
  •  Trabajos diversos en lugares  rocosos y taludes.
  •  Trabajos de obra civil y obra pública.
Los trabajos verticales comprenden las siguientes fases para su planificación en seguridad:
  •  Planificación del trabajo a realizar, incluyendo  el estudio de seguridad y salud.
  •  Estudio de la Instalación de los sistemas SAS (Sistemas de Anclaje de Seguridad) en el inmueble u edificio, como los SAS de cabecera, para realizar los puntos iniciales de las maniobras de descenso.
  •  Conocimiento de las maniobras  de descenso  o ascenso, hasta los puntos de actuación de los trabajos o diferentes operaciones.
  •  Posicionamiento en el punto de trabajo.
  •  Ejecución de los trabajos propiamente dichos
  •  Descansos y tiempos de parada después de la realización de los trabajos.
  •  Recuperación de los sistemas de anclaje (instalaciones de cabecera SAS ).
  • Control y supervisión de todos los elementos de seguridad  (anclajes, conectores, cuerdas, protectores, descensores, otros…).

2.- Riesgos y factores de riesgo
Los principales riesgos asociados a los trabajos verticales son los derivados de las caídas de personas o materiales en la ejecución de los trabajos.
Las caídas de personas a distinto nivel se deben fundamentalmente a efectuar los trabajos sin la debida planificación, capacitación, conocimiento  y la utilización inadecuada de los EPI’s y Epc,  o la falta de control suficiente de los mismos, (materiales deteriorados o mal mantenidos, puntos de anclaje defectuosos,  insuficientes o mal instalados,  o una falta de formación  acreditada  en este tipo de trabajos.
Otros de los riesgos en trabajos verticales, son a caída de materiales e incluso de herramientas sobre personas y/o bienes, y todo ello es debida a llevar herramientas sueltas o mal diseñados los sistemas de elementos de manipulación de cargas sin el equipo auxiliar de transporte de los mismos, en maniobras de  subida o bajada o mientras se realizan los trabajos, o bien a la presencia de personas  de apoyo situadas en las proximidades o bajo la vertical de la zona de trabajo.
Otros posibles riesgos propios de esta actividad son los cortes o heridas de diversa índole en la utilización de herramientas auxiliares, portátiles y  contactos eléctricos directos o indirectos por proximidad a líneas eléctricas de AT / BT ya sean aéreas  en fachada de edificios o instalaciones industriales.
De todos es sabido, para la realización de trabajos verticales, tenemos que utilizar sistemas y elementos totalmente homologados y certificados  en normalizaciones existentes de la unión europea o equivalentes a otras homologaciones internacionales.
–   Las cuerdas.
 Son el principal cordón umbilical de los trabajadores de la vertical, las cuales tienen que ser homologadas para trabajos verticales, y deben cumplir con la norma UNE-EN-1891. La duración y resistencia de las cuerdas está relacionada con una serie de medidas de prevención a tener en cuenta por el usuario de las mismas o un equipo consultor en seguridad laboral, pero esta última es inexistente en un alto porcentaje en la mayoría de las empresas de esta características.
Pasos a seguir en el control de unos de los elementos principales de la seguridad vertical en las cuerdas:
● Preservar del contacto con el agua pues reduce su resistencia hasta un 10 %.
● Limitar la utilización de una cuerda a un tiempo determinado teniendo en cuenta que a partir de la fecha de fabricación la resistencia de las mismas  disminuye progresivamente en función del uso que se le da.
● Evitar la exposición constante a los rayos solares.
● Mantenerlas  limpias de barro, mortero, aceites, imprimaciones, etc. En caso de tener que limpiarlas utilizar siempre detergentes neutros.
● Preservar la cuerda de los efectos abrasivos derivados del roce con elementos que sobresalen respecto a la vertical de la línea , y con ello siempre utilizar protectores.
● Utilizar cuerdas debidamente certificadas y homologadas, con un diámetro mínimo de 10mm.
● Todas las cuerdas deben llevar, en uno de sus extremos, una etiqueta que indique la carga máxima, el tiempo de almacenamiento, las condiciones de uso, el tiempo de exposición a la intemperie, etc. Además  de las cuerdas de trabajo, existen  unas cuerdas denominadas cordinos o cintas  y que se caracterizan por tener un diámetro de 6 mm , 8 mm o inferior, las cuales sirven para suspender herramientas o maquinaria, o para asegurar pequeños objetos.
Todo ello, sin ningún criterio normativo, solo bajo el criterio  de profesionalidad del operario.
–   Conectores.
Otros elementos de seguridad en los trabajos verticales son los conectores, llamados mosquetones y /o maillones. Son pequeñas piezas en forma de anillos de metal, con apertura, que se utilizan para la conexión de elementos SAS y las cuerdas de trabajo, entre otras funciones.
–   Arneses
Otro gran elemento de los trabajadores de la vertical son los arneses. El arnés anticaídas está constituido por bandas de tejidos , elementos de ajuste , amarre y dispuestos  de una forma adecuada sobre el cuerpo de una persona, para sujetarla durante un descenso o una caída.
Los arneses deben estar diseñados de forma que no presionen, limitando la circulación sanguínea, sujeten la región lumbar y no ejerzan fuertes presiones sobre el hueso ilíaco.
–   Cabo
El elemento principal de conexión  a las cuerdas de trabajo ( Cuerda de trabajo y cuerda de seguridad) ,es el  cabo de anclaje doble , el cual conecta el arnés con los aparatos de ascenso, descenso o directamente a una estructura.  Y deberán estar amparados a cumplir las normas,
Todos los elementos que componen el equipo de protección anticaídas deberán comprobarse y verificarse diariamente por cada operario antes de iniciar los trabajos, debiendo desecharse cualquier equipo o elemento del mismo que presente algún tipo de daño.
3.- Formación y capacitación
La formación y capacitación   en materia de seguridad, prevención, salud laboral y metodologías de trabajos seguros en altura, constituyen unos de los primeros eslabones fundamentales en los que basar la estrategia preventiva de accidentes en trabajos tan sumamente especializados.
Desde la Ley 31/95, y los Reales Decretos 1215/95 y 2177/2004 en lo que a trabajos verticales se refiere, pasando por los convenio sectoriales donde la formación cada vez más cualificada y especializada, se hace vital.
Al respecto de la formación teórico práctica que se define como tal en la norma de referencia anterior, en este tipo de tareas de posicionamiento y accesos en altura, se tiende, además, a la capacitación, entendiendo como tal, la adquisición por parte de los trabajadores capacitados de la pericia y experiencia necesaria, y a través de la práctica, de estos trabajos en altura y en técnicas de acceso y posicionamiento, así como en el uso de material auxiliar necesario para esto, revisión y mantenimiento.
Esta formación difiere de la que se imparte en materia de prevención de riesgos laborales en el sentido en que la operativa y la práctica es de mayor importancia que la teoría. Aquí, la esencia del Art 18 y 19 de la Ley 31/95 toma forma, y la formación teórico-práctica en lo relativo a trabajos en altura y equipos de trabajo adquiere  consciencia del riego extremo al que estos trabajadores están expuestos, simplemente por el posicionamiento en su puesto de trabajo y al margen de los riesgos añadidos por la actividad:
1.- Riesgo eléctrico en trabajos en tención.
2.- Riesgos de muerte por trabajos en espacios confinados.
3.- Riesgo de explosión por trabajos en atmósferas explosivas.
4.- etc.